La respuesta priista ante la baja
popularidad de Enrique Peña Nieto como presidente de la República ha sido
buscar nuevos aliados en diferentes sectores sociales.
Algunas encuestas (El Economista, Reforma
y Washington Post) nos indican que la aceptación del presidente ha descendido
de manera alarmante.
Lo ubican entre tres y cinco puntos
porcentuales. Al comparar su popularidad o aceptación cuando llegó a la presidencia
en 2012 se puede interpretar que llegó con aproximadamente con 7 puntos
porcentuales a su favor.
En la actualidad es exactamente al revés.
Tres indicadores le resultan
desfavorables: economía, inseguridad y corrupción.
Los encuestados perciben que en esos
temas hay problemas.
Ante esa advertencia social los priistas
han encontrado respuestas políticas. Aliarse con grupos sociales muy
específicos. Esos que sí están organizados y que, en algún momento político,
podrían regresarle el favor.
Me refiero al grupo de género, o sea el
50 por ciento del padrón electoral o al 51 por ciento de la población. Es
decir, fue una decisión del actual presidente, Peña Nieto, legislar para que en
todos los espacios políticos se incluya la paridad.
Algunas dirán que cada mujer decide su
propia militancia y eso de la equidad es un derecho. Y podrán tener razón, pero
este tipo de mujer ya se encuentra en un partido político determinado.
La iniciativa fue dirigida a aquellas
mujeres que todavía no saben si votar o no hacerlo. El mensaje de equidad o
paridad es esa masa informe que conforma la sociedad y que todavía no milita en
algún partido. Y éstas representan una mayoría. Sector que le puede ayudar al
PRI.
En estos días se difundió, en medios impresos y electrónicos, que el presidente
Enrique Peña Nieto, va a enviar una iniciativa de ley dirigida para reconocer a
los matrimonios del mismo sexo.
El único grupo de presión que se disgustó
fue la iglesia católica. Que aunque es un sector muy fuerte en la sociedad
mexicana se desprende que habrá un diálogo o negociación entre el poder
político y la grey católica para que ésta última obtenga beneficios.
El grupo lésbico gay está de plácemes por
ese reconocimiento y si aceptamos la hipótesis de que en México el 50 por
ciento de las familias se han integrado por un jefe de familia (ya sea hombre o
mujer) y por parejas del mismo sexo, entonces tenemos una gran cantidad de
votos, pienso, en beneficio del PRI.
Además los lésbico gay han dado muestra
de ser muy organizados y altamente escandalosos.
Ante la baja estima del presidente, los
priistas ofrecen respuestas con alianzas políticas. Los resultados se obsevarán
en 2016 y con mayor énfasis en 2018.
No hay comentarios:
Publicar un comentario