En política para encontrar el poder se busca aliados. Hasta con el
diablo.
La derecha y la izquierda ideológica mexicana han formado
coaliciones para ganar algunas gubernaturas este 5 de junio.
Sus adversarios han dicho que es una mezcla entre agua y aceite;
lo real es que juntos pueden ganarle al PRI, el partido mayoritario.
En respuesta política el PRI busco asociarse con Nueva Alianza, el
partido de los maestros y con partidos locales.
Buscan concentrar, cada frente, la suma de sus simpatizantes.
En una democracia se gana con el mayor número de votos y en el
caso mexicano no se intenta buscar al abstencionismo, sino consolidar al voto
cautivo.
Desgraciadamente vivimos un proceso de suma de clientelas
políticas.
Como todo mundo sabe la izquierda se ha dividido entre PRD y
Morena.
Y como cualquier actividad política el partido en el poder, en
este caso el PRI, realiza reuniones bilaterales para acercarse aliados.
Si el PRD ha concretizado con el PAN, entonces Morena se convierte
en una opción para que sea aliado del PRI.
Las entidades donde puede ser gobierno Morena son Veracruz y
Zacatecas y esto sólo es posible con la ayuda del partido hegemónico.
Lo anterior en este momento es una especulación, será realidad
después de las elecciones del 5 de juniio; pero donde se ha concretizado la
alianza Morena con el PRI es en el tema de matrimonios del mismo sexo.
Morena coincide plenamente con el PRI en esa temática. El
resultado de esta alianza también se observará en un posible triunfo de Morena
en el Distrito Federal en 2018.
La plaza defeña es un obstáculo para los priistas desde hace más
de 20 años, pero no para los morenistas quienes le podrían preparar el regreso
a los tricolores en 2021.
No importan con quien celebras alianzas, lo trascendental es
conquistar el poder.
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