El origen del rumor de una posible
debilidad del gobernador del Estado de Guerrero, Héctor Astudillo Flores,
proviene de Beatriz Mójica Morga, secretaria general del Partido de la
Revolución Democrática y ex candidata a la gubernatura de este estado sureño.
En el ámbito político tiene resonancia la
declaración de Mójica Morga; sí. Pero queda en eso, en una opinión por la
posición que actualmente representa.
Evidencia, también cierto tufillo a
envidia, pues perdió por segunda ocasión la gubernatura.
Lectores de este espacio se preguntarán
porque escribo “por segunda ocasión” y es que la primera oportunidad se le
presentó para cubrir el interinato de Ángel Aguirre Rivero, cuando éste
solicitó licencia al cargo en 2014.
Las negociaciones apuntaban que la
secretaria de Desarrollo Social del gobierno estatal iba a ser la sucesora.
Todos los perredistas hablaban del acontecimiento. Beatriz Mójica Morga se la
creyó.
Estaba tan convencida de que sería la
gobernadora que llegó un jueves por la tarde a Casa Guerrero y con decisión
comenzó a modificar el mobiliario…que las plantas debían ir más al centro…que
ese cuadro se ve mejor en aquella esquina…que los sillones de espera tenían que
cambiarse… que las lámparas no estaban bien distribuidas para mejorar la luz.
En fin… el retoque femenino.
Persuadió a los empleados de Casa
Guerrero; esa noche fue interminable para Mójica Morga y prác ticamente el amanecer de la que sería la primera gobernadora del sur del país. A las primeras horas del otro día ya habían cambiado las señales: siempre no va
una mujer, sino que se habían decidido por Rogelio Ortega Martínez.
Y como bien lo declaró en una ocasión el
gobernador interino “él se debía a quienes lo habían puesto”.
Esos personajes que no se ven, son los
que deciden. Gaetano Mosca los califica de clase política. Ellos se inclinaron
por Mójica y luego la desecharon y después la reconsideraron para el puesto que
ocupa.
Uno de ellos, de nombre Osorio Chong,
nada más ni nada menos que secretario de gobernación, vino a Guerrero a darle
el espaldarazo a Héctor Astudillo Flores como gobernador.
Nos guste o no el PRI tiene el poder
político en este país. Decide en la presidencia, es primera mayoría en el
Congreso y en el Senado. Controla la mayoría de los ayuntamientos y Congresos
locales.
Sólo por eso Astudillo, con su partido,
está erguido, enhiesto.
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