Ya se instaló el nuevo gobierno. Y al mismo tiempo las reacciones por el discurso de toma de posesión, el gabinete y la estrategia de seguridad.
Héctor Astudillo Flores es un político profesional. En su discurso de toma de posesión aludió a la todos los sectores en donde, en general, dijo que va ayudar.
En las primeras palabras dio la bienvenida a todos; tanto adversarios como antagonistas y contrincantes; además dijo los nombres de los presentes, entre ellos Rubén Figueroa Alcocer de quien se percibe ha sido competido en términos políticos.
Me llamó la atención, tal vez por ser universitario, que no hiciera mención a la máxima casa de estudios. Si habló de su compromiso con la educación, de que ahí estaba el rector de la UAGro, pero no escuché líneas específicas sobre esta institución.
Tuvo esmero en dirigirse a las mujeres. Y la palabra que más repitió fue seguridad, lucha contra la corrupción y erradicar la impunidad.
Fue un discurso alentador; sin embargo, viene la prueba del ácido; poner en práctica, por ejemplo, el combate a la corrupción y a la impunidad.
Leo mensajes en redes sociales y muchos coinciden en que “son los mismos” con cierto dejo de tristeza. Si se estableciera un mecanismo de calificación para su gabinete, al parecer, el mejor ubicado sería Florencio Salazar Adame, secretario de Gobierno. Los demás estarían entre seis y siete de calificación.
De los primeros nombramientos, por grupo, veo que el renejuarismo tiene más posiciones políticas. Hasta el hijo del exgobernador será representante en la ciudad de México.
De los más reprobados, de acuerdo a las redes sociales, es el de Educación, José Luis González de la Vega, quien posee excelentes relaciones políticas con la clase política.
Mención aparte merece la designación de Mario Ramos del Carmen en la Contraloría, ya que esta persona proviene de un partido distinto al de Astudillo; es decir, de Movimiento Ciudadano, el cual aquí en Guerrero se percibe como un partido con aceptable imagen de honestidad.
El representante del gobierno federal en la persona de José Antonio Meade, secretario de Desarrollo Social, no me parece una clara señal de respaldo del poder Ejecutivo. Sí lo es de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación cuando anuncia una nueva estrategia para combatir la inseguridad. Pero Osorio trae su propia campaña rumbo al 2018.
Ahora viene el ejercicio real del poder y que se aplique la ley para obtener una mejor convivencia en la sociedad. Veremos qué pasa con las personas que lesionaron las instalaciones del Congreso de Guerrero. Ahí están los videos.
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