La aprobación que realizó recientemente el Congreso de Guerrero de una reestructuración de la administración pública con la creación de dos instancias son propuestas de una esperanza de cambios sustanciales.
La primera iniciativa contempla la creación de la secretaría de Planeación y Desarrollo Regional.
No solamente es un área, sino que es una secretaría y ello le otorga nuevas responsabilidades y además presupuesto propio. Esta secretaría se va a encargar no solamente de llevar a cabo los programas que tengan relación con el futuro a corto, mediano y largo plazo; lo que me parece digno de resaltar es que esta secretaría va a evaluar el desempeño de esos programas.
¿Qué significa evaluar? Esta acción indicará si los programas están dando resultados reales y, en caso de posibles equivocaciones u objetivos magros, tendrá la capacidad de reorientarlos o de saber con exactitud los problemas a los que se enfrenta -dicha área-.
Se supone que la evaluación detectará con conocimiento de datos cuáles son las fallas, e incluso, las posibles soluciones.
La nueva secretaría, desde mi punto de vista, no debiera representarla un hombre que se haya destacado en la vida política, sino que debería ser una persona con un perfil académico.
La otra área es vital. Me refiero a la transparencia de información, la cual pasará de ser una dependencia a secretaría con los mismos atributos que la anterior de Planeación. Con el agregado, esperaría, de independencia.
La Contraloría General del Estado pasará a ser la secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental, como órgano encargado de establecer y operar el Sistema Estatal de Control Gubernamental, dicho espacio se encargará de aplicar las leyes en materia de transparencia, acceso a la información pública y protección de datos personales.
Enfatizo independencia para que realmente se convierta en el contrapeso necesario del gasto de la administración del gobierno.
Cuando leo que tendrá la facultad de aplicar leyes en materia de transparencia, me indica que podrá sancionar a quienes cometan irregularidades en el uso de los recursos, en el acceso y publicación de información, así como en el uso de datos personales.
En este puesto tendría que ubicarse a una persona honorable y me parece con un perfil de abogado.
Hay que esperar cómo vienen las leyes secundarias para seguir comentando sobre las reales responsabilidades de ambas secretarías.
Puedo adelantar que se observa una visión de futuro en la primera, y, en la segunda resolver una demanda de la sociedad en conocer cómo se gastan los impuestos.
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