Izquierda de hoy

La izquierda hoy, como hace 40 años, se encuentra dividida y lo peor, enfrentada.

Al establecer el tiempo es porque me refiero a los inicios de la posición política denominada izquierda en México. La década de los 70 del siglo pasado.

Sino mal recuerdo existían más de 15 versiones de la izquierda; desde la electoral, reformista, revolucionaria, ultra, moderada, ideológica, pragmática, de los campesinos, de los obreros entre otras expresiones que evitaban una cohesión de esta manera de ver los problemas del país.

Cada cual, de acuerdo a su fundamentalismo, se decía tener la verdad única e indivisible.

Por aquellos años las diferencias eran teóricas, algunas expresiones presentaban escasas experiencias. Sin embargo, los debates eran intensos y las sesiones interminables.

Para continuar con el debate todavía surge el clímax cuando se trata de definir qué o cómo se concibe a un personaje de izquierda. Muchos dicen que es un tema ya caduco; pero ahí sigue la controversia.

Uno de los fundamentos para identificarse como persona de izquierda es que debe ser congruente entre lo que piensa (solidario con los que menos tienen) y lo que se hace.

Y la polémica continua porque hace unas semanas, por ejemplo, el expresidente de Uruguay, José Mujica, quien se convirtió en uno de los líderes más respetados por la ideología de izquierda en México, escribió en su muro de Facebook: “La izquierda admira la pobreza, pero la pobreza ajena, porque de pobres no tienen nada…”

Muchos que leyeron las palabras que se dicen de izquierda, nada comentaron. Aplicaron aquello de que ese saco no me lo pongo.

La transformación de los jóvenes setenteros y de izquierda ha llegado; carecen de la energía de antaño y han probado las mieles del poder, sitio que corrompe y hasta envilece.

Se sostienen de izquierda por tradición; pero no son congruentes.

Y para muestra de ello fue la reunión a la que convocó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en el auditorio de ingeniera de la Universidad, en donde flotó en el aire la ausencia de jóvenes. Salvo Eloy Cisneros Guillén, los demás “liderazgos” carecen de autoridad moral en esa definición de congruencia que “distingue” a la izquierda.

La organización se llama México Hoy y es, como hace 40 años, otra percepción de la izquierda para seguir dividida. No descarta convertirse en partido político porque es una manera de conseguir recursos, porque al parecer ese es su objetivo. Y, entonces… ¿dónde queda su demanda de luchar por los desposeídos?