jueves, 16 de julio de 2015

Chapo ¿enemigo?

El Chapo se transformó de villano a Quijote. Entiendo que muchos con profesión de abogado no van a estar de acuerdo con la última palabra, simplemente porque es un personaje bélico, según la descripción oficial.

El detalle de su fuga de un centro penitenciario de “alta seguridad” puso en ridículo a todo el Estado. Es decir, se burló de las autoridades políticas, jurídicas y legislativas. Y eso es precisamente lo que festina el otro grupo que “odia” a esos mandos.


Ese otro grupo, democráticamente, es mayoritario y se expresa en el abstencionismo y a través de las redes sociales.


El Chapo hizo, literalmente, trizas a las autoridades. Ahora El Chapo es, aunque nos duela, un héroe.
Incluso algunos sinaloenses lo consideran una especie de Robin Hood.


Es cierto, su actividad es ilegal; pero ese sarcasmo con su huida pone en crisis a todo un sistema.


Si en este momento se realizara una encuesta para conocer la percepción que se tiene sobre El Chapo, me temo que obtendría una gran aceptación a su favor.


Si, efectivamente El Chapo es el enemigo número uno; pero dudo que así lo considere gran parte de la sociedad. Es el rival de quienes se ubican en el poder; y, me parece, sentimentalmente, aliado de los miserables, marginados.


La palabra clave para que “muchos” consideren al Chapo como el antihéroe es que avergonzó a los que se les considera antipáticos.

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