No lo
digo yo. Pero el personaje a vencer en la ruta de 2018 se llama Andrés Manuel
López Obrador. Eso lo señalan,
insistentemente, dos connotados priistas.
El
número que despacha en Los Pinos, en su mensaje informe, aludió a AMLO cuando
señala que las políticas populistas llevan al fracaso.
Habría
que subrayar que el evento en cuestión es observado y analizado por miles de
personas. Tal vez millones y cuando se le dedica, en este trascendental suceso,
eso me indica que AMLO va a ser la pesadilla política de los priistas.
Es
necesario aclarar que no fue una mención directa porque nunca se explicitó a
quién iban esas frases. Y esa insinuación sólo lo logran capturar quienes se
encuentran en el ámbito de la política o de su análisis.
Es
decir, el mensaje de denuesto no lo alcanza a descifrar el grueso de la
población. Pero sí los grupos de poder, ya sea económicos, militares y
políticos, y, evidentemente los fácticos como la iglesia y medios de
comunicación.
En
este tipo de señalamientos verbales se tiene mucho cuidado porque en lugar de
disminuir la popularidad del personaje señalado trae como consecuencia lo
contrario.
En lugar de inmolarlo resulta santificado. O se transforma en
víctima y con ello lo favorece el respetable.
Esa
situación ya la vimos cuando precisamente en 2005, con el mismo AMLO, se le
aplicó una campaña de estigma por unos terrenos. La tarea provino desde, otra
vez, el poder Ejecutivo personificado con Vicente Fox Quesada.
El
propósito trajo consecuencias negativas para el presidente y positivas para
AMLO.
Algo
parecido sucede en Estados Unidos con la campaña política dirigida a la
presidencia de este país de Donald Trump y su posición antiinmigrante o xenofóbico.
Gente
del espectáculo y músicos famosos hacen mofa y hasta ridiculizan a Trump por
sus dichos. En lugar de perjudicarlo le han hecho un favor: todos o casi todos
hablan de Trump, al grado de ubicarlo en la preferencia de los norteamericanos
según las encuestas de aquel territorio.
El
otro político priista que ataca a AMLO es el actual presidente nacional del
PRI, Manlio Fabio Beltrones.
Es en
este nivel político que a López Obrador lo convierten, los priistas, en el
personaje a vencer en la carrera para la presidencia en 2018.
No lo
digo yo. Los priistas se han encargado de darle, desde ahora, relevancia
política.
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