lunes, 7 de septiembre de 2015

PRD espejo PRI, Nadie decide en la soledad

En política sucede cada cosa… que incluso ya firmado un documento por el preciso para ocupar un puesto, puede quedar sin efecto al día siguiente, no más porque a alguien o a otro personaje no le gustó la designación.

En otra lectura política se piensa que el gobernante o el que se encuentra en el poder decide todo o, por lo menos, la mayoría de los puestos administrativos. No es así, nunca ha sido, de esa manera; ni siquiera cuando se vivió la época de partido único. O como la calificó Mario Vargas Llosa de “dictadura perfecta”.


Y la dijo estrictamente como una referencia literaria, para recrear la realidad. En estricto sentido de la definición teórica dista mucho esa descripción. Sólo apunto que una dictadura la gobiernan militares, el cual ya no es el caso mexicano. Sí lo fue desde 1930 hasta 1946.


Cuando asume la presidencia Plutarco Elías Calles para iniciar la institucionalidad del país, tuvo, necesariamente, que “repartir” el territorio para apaciguar los ánimos y la vorágine revolucionaria. De este ajuste se fortalecen los cacicazgos estatales.


Terrazas en Chihuahua, Gonzalo N. Santos en San Luis Potosí y los Figueroa en Guerrero, por sólo mencionar algunos casos.


Es decir, las grandes decisiones políticas las tomaban un grupo; no era la soledad del presidente. Ni siquiera, como se ha dicho, la sucesión presidencial.


Esos momentos de cambio en la toma de decisiones estaba ese grupo (ampliado o reducido) y fue lo que dio estabilidad política a este país. Se repartían los beneficios. O de otra manera: pesos y contrapesos políticos.


La narración anterior sirva de justificación teórica para comentar por qué llega Sebastián de la Rosa Peláez a la coordinación de diputados locales del PRD.


Espejo perredista

Los Chuchos sensiblemente despojados de poder, iniciaron una transición. Su propuesta es Agustín Basave. Quien le ha hecho contrapeso político es Armando Ríos Piter por la dirigencia nacional.
Ríos Piter, mediático, exigió un debate público. Basave dialogó con líderes de corrientes de opinión.

Los Chuchos tampoco decidieron el cambio de presidente nacional, buscaron alianzas con otros grupos.


Ahora realizo una descripción de lo sucedido en Guerrero.

No pudo decidir, por ejemplo, Celestino Cesáreo Guzmán, presidente estatal, que fuera De la Rosa. Es más, tenían diferencias políticas entre ellos.


Se reunieron los grupos e iniciaron los debates.


Tres son las corrientes más importantes dentro del PRD Guerrero, a saber: Alternativa Democrática Guerrerense, Nueva Mayoría y Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas.
De estas tres la que mayor peso político real tiene en este momento es NM porque a través de Evodio Velázquez conduce Acapulco, el municipio más importante de Guerrero.


En segundo término ADN de Celestino Cesáreo y Carlos Reyes porque lograron concitar al mayor número de liderazgos regionales.


Y tercero CODUC de Sebastián De la Rosa por tener presencia de base en la entidad.


Lo que aprecio que en esa reunión de perredistas fue cuidar los contrapesos políticos. Y en ese tenor evitaron una sobrerrepresentación de NM.


Sebastián era el tercero en discordia y su beneficio es que ha sido diputado local en dos ocasiones.
No hubo cambio generacional en este PRD como esperaba quien escribe, y el que hayan protestado cuatro diputados locales por el nombramiento de De la Rosa envía el mensaje de falta de oficio político de esos nuevos diputados y además que es un partido dividido. Esto último mala señal.

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