lunes, 14 de septiembre de 2015

Héctor Astudillo, ¿legal y legítimo?

A decir de Rubén Cayetano García, líder o representante de Morena en Guerrero, que el gobernador electo, Héctor Astudillo Flores, carece de legitimidad después de las elecciones de 2015. El dicho es sólo una posición política.

El mismo Cayetano reconoce que sí es legal su triunfo (ratificado por la última instancia que es el Tribunal Federal Electoral); pero no legítimo, según él porque sólo una parte del electorado le dio su apoyo.


Dichas así las cosas puede tener validez su dicho. Sin embargo, la jornada electoral nos indica que votaron por nueve candidatos 1 millón 300 mil, de un padrón de 2 millones 500 mil inscritos.


Es decir, que aproximadamente votó la mitad de quienes se encuentran registrados para ejercer su derecho a elegir autoridades.


Es falacia argumentar que los 550 mil votos que sufragaron por Astudillo fueron quienes lo llevaron al gobierno.


Esa cantidad de votos sí es su fuerza política. Pero, como ya lo anoté arriba participaron en un proceso democrático más de un millón de personas, lo que representa la mitad del padrón. Y eso le da legitimidad.

Eventos electorales en otros países, incluso con mayor tradición política participativa, no alcanzan a ir a las urnas ese 50 por ciento de los inscritos. Arriban al poder hasta con un 40 por ciento de los empadronados.


Sigue siendo una lástima que el voto identificado como abstencionista todavía no se convenza que a través de un proceso electoral puede llevar a alguien distinto (que no sea de los partidos políticos) al poder.


Ya existen ejemplos, el más comentado es el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como El Bronco. Ha sido tan espectacular su ingreso a la política que en algunos estados se está legislando para evitar este tipo de participaciones independientes.


Astudillo además de la legitimidad que le dio la sociedad electoral; con su trabajo de gestoría ya como gobernador electo (en reuniones con diferentes autoridades), también nos indica que se ha labrado la otra legitimidad.


Entonces, Astudillo presenta dos las legitimidades necesarias para ser el gobernador del estado de Guerrero: a) social y b) política.


En este nivel, supongamos que hubiera ganado otro candidato, dados los datos aquí esgrimidos tendría la legitimidad de todos los que sufragaron que son más de la mitad.

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